domingo, 4 de marzo de 2012

Sin el transcurrir a cuestas




                                                                           A Walt Whitman

*


Recojo las miradas, la estirpe por venir me llama.
Los tejados sonámbulos caminan.
Preámbulo en los techos, paladar goloso del cosmos.
Recojo las miradas que los siglos sin saber dejaron.     

No estoy solo, no estoy en la idea de los techos, de los tiempos en bajada.
Camino y de piedra la noche abraza, te abraza el sitio.
Sitio real de pelambres erizados, lugar de presas.
Día de todo lo que pasa, paso de todos los días.

Suministro de inicios y la vida.
Inicio de posibles miradas que recojo y me llaman.
No estamos solos.
La noche abraza.


**


Mojar de páramos la barba.
Entregar estos ojos, el tiempo que no te ve y busca.
Y encuentra siglos en ciernes.
Y enciende milagros de carne y nodriza.
Entregar estos versos sin dueño pero míos, de nadie.
Mojar de inicios y la vida.

Un rayo poderoso







Recuerdo el espejo.
Recuerdo haber visto una imagen
una imagen familiar
                                     tu recuerdo

tu recuerdo dice basta
basta de apariciones
basta de libros usados y de gatos
que son la noche
                                  
es una soga vieja y fuerte tu recuerdo
es un bicho fiel y terco tu recuerdo

tu recuerdo es un rayo poderoso
que sacude los relojes cuando estalla,
tu recuerdo atraviesa la penumbra y la divide
campo abierto
en la memoria de los días.