lunes, 17 de agosto de 2009

Two hands





Dos zurdas que se miran de costado. Dos que se ignoran. Dos manos como dos puntos esperando que algo surja frente a ellas, esperando cada una a su diestra al costado del camino. Esperando a la derecha sostén, a la derecha cable a tierra. No. No existe tal cosa. Otras son las reglas cuando se mira al oeste.
Dos manos como dos puntos, como dos pelotitas abiertas que se abren como dos palmas, como palabras que surgen luego de dos puntos: una definición, pirueta o malabarismo, un acierto o un error confirmados / el poder de la sentencia luego de dos puntos, el poder de la paciencia para recostarse en esos puntos, el poder de las manos. Esperar la formula que viene a revelarnos el sentido de algo (nos miramos las manos al dudar. Sudan, dicen algo, respiran una respuesta que no escuchamos, a lo largo y ancho del hemisferio hacia el que nos toque ir, derecha o izquierda, tanto da): “Todo es sencillo cuando le ocurre a los otros” (Onetti Dixit)

verdad o incógnita / aquí no se buscan


2 comentarios:

  1. Clarice: nada mejor que el placer de tener determinadas primicias, como esta de dejar estampadas mis inexactas letras que nada o casi nada pueden decir de sus términos pulidos.
    Ya me pasaré por aquí a leer y comentar sus textos.
    Pensé encontrarme con versos pero veo que "el otro" Juan Carlos le está soplando un poco de prosa al oído. "Bienvenido Ger..."

    ResponderEliminar
  2. buenísimo, hacía bastante que no me interesaba por un blog, creo, así que voy a estar algo parecido a "al tanto" de lo que subís. Qué presión; y bueno.

    Creo que todo es sencillo cuando ponen tu cara en el teatro Solís, y mucho más si estás muerto.

    Nos vemos -en algún antro y tal vez en forma de pantera-

    ResponderEliminar